Close Hay algo en las rusas que deja a todo el mundo enloquecido, y cada persona que vuelve de las tierras de los zares comenta lo mismo: son todas divinas, son todas modelos y hay que ir allí para divertirse como nunca. Y aquí las veras en su faceta mas cachonda! Es que sabemos que un viaje a Rusia no es particularmente barato ni fácil de hacer, por lo tanto no hay nada mejor para disfrutar de los placeres de las chicas rusas que entrar en este lugar y ver todas las cosas que pueden hacer, desde las mejores mamadas hasta el mejor sexo anal que puedas imaginarte. Ni que hablar de disfrutar la belleza de estas mujeres, todas con largas y esbeltas piernas, cuerpos delgados y en forma, rostros hermosos y exóticos y las vaginas más dulces que puedas encontrar. Es que Rusia es tan grande, tan enorme y con tantas distintas culturas y naciones dentro del mismo país, que te puedes encontrar con cualquier cosa. Las típicas rubias al mejor estilo Sharapova o Kournikova suelen vivir en la majestuosa Moscú o en la hermosa San Petersburgo. En el sur, en la frontera con el Mar Negro y Caspio, hay unas morochas esbeltas y salvajes como amazonas. Hacia el lejano este, por Vladivostok y cercanías, la proximidad con Asia Oriental se nota, con chicas de rasgos más achinados y con la misma lujuria y misterio de toda chica asiática. Y en el centro están las más salvajes de todas, en esa tierra yerma y estepa, azotada por el frío ártico constante, que es la Siberia. Allí se crían las mujeres más duras y a la vez más sexualmente dispuestas que son capaces de generar locura real en los hombres con su belleza, su misterio y la forma que tienen de entrar en calor. Es que en una tierra tan fría, donde no hay muchas cosas para hacer, no hay dudas que la mejor forma de entrar en calor es con una buena estufa y con sexo caliente y desenfrenado para disfrutar del calor corporal del otro y pasar mejor en la noche. Es por eso que no solo en la Siberia las chicas son tan cachondas, en general toda Rusia es fría y eso hace que las mujeres sean lo contrario para sobrevivir.