Close A las mujeres les encanta ponerse implantes de silicona en las tetas para así llamar la atención del publico masculino. Y es normal, ya que el macho por lo general va encaminado hacia aquella fémina con los senos más grandes. Sean falsos o no, uno sabe que va a disfrutarlos. Porque a todos los hombres nos gustan los pechos grandes, es mentira eso de que a algunos les gustan pequeñitos porque los pequeños no tienen gracia, no tienen substancia y no se pueden agarrar, saborear y jugar con ellos de la forma en que se puede hacer con los pechos grandes. Y si la chica no tiene pechos grandes naturales, pues bien, hay muchos tamaños que se pueden usar para aumentar el tamaño de los senos. Un corte por aquí, otro corte por allá, una costura por aquí, una costura por allá y listo, tetas grandes, jugosas y que calientan a uno como nada. Porque si bien los pechos grandes naturales son geniales, por lo general terminan siendo unas cosas fofas que se van para los costados, que son difíciles de maniobrar y que a la larga se caen. Es por eso que unos pechos falsos y de silicona tienen la ventaja de que siempre quedan duritos, que se puede poner el miembro en el medio de ellos con mucha más facilidad y que las pajas rusas se disfrutan muchísimo más con unas tetas falsas que con unas reales. Además, si uno siente la textura de uno y otro, salvo que sean desproporcionadamente grandes e inflados, unos pechos falsos bien hechos no tienen nada que envidiar a unos naturales. La piel es la misma, lo que siente la chica es lo mismo y lo que siente uno al tocarlos es casi lo mismo, quizás sin tanta suavidad pero con más firmeza. Todo está en gustos, obviamente, pero seguro que a ti te gustan duros, firmes y si son falsos pues no importa. Además, una chica de senos falsos es seguro que está buscando atención del sexo opuesto y cualquier chica que busca atención del sexo opuesto es porque quiere que le den duro y parejo por un buen rato hasta hacerles acabar. Y es por eso que se deduce que todas las pechugonas falsas son realmente cachondas, necesitadas de sexo y siempre dispuestas a hacerlo.